Resumen:
Grandes
logros se ha obtenido gracias al aporte de esta nueva era de cambios y
adelantos como lo es la globalización, para mejorar la calidad del proceso
comunicativo y los instrumentos que intervienen en su realización.
La
radio, pasó de ser un medio exclusivo en su ubicuidad e instantaneidad, a un
medio que compite día a día con la televisión y la prensa.
El
internet, y los nuevos dispositivos tecnológicos, ha conseguido elevar el grado
de preferencia en la televisión, por los programas audiovisuales de actualidad
y farándula, dejando atrás el mundo que ofrecía la radio, el de la imaginación.
La
globalización y sus nuevos avances tecnológicos han permitido llevar una vida
más cómoda, y la radio es uno de los medios a quien le ha sido más difícil
adaptarse, pero gracias a la competitividad; factor que considero principal
motor y motivo de una radio actualizada en fondo y forma; ha logrado
sobrellevar éstos cambios bruscos, y busca en la actualidad asumir nuevos retos
y transformarlos en realidades útiles y de calidad para ser ofrecido a una
nueva audiencia cada vez más exigente.
Palabras claves: Globalización, exclusividad, digitalización,
competitividad, desafíos.
Las nuevas herramientas tecnológicas en un mundo
cada vez más globalizado e interconectado han generado en los últimos años
cambios importantes en el proceso de la comunicación, obligando así, a los
medios masivos de comunicación a renovarse para no quedar obstaculizados por la
competencia por no mantener y aumentar su audiencia.
La radio es uno de los medios que da cuenta de esa
brusca y permanente transformación para adaptarse a los cambios que las nuevas
tecnologías han incorporado en el medio haciendo de nuestro mundo un entorno
más competitivo.
Con el surgimiento de las imágenes y el sonido a
través de las pantallas de la televisión, en la década de 1950, la radio se
enfrentó a uno de sus primeros retos: renovarse o morir.
Y lo hizo
dejando de ser un medio de programas y contenidos generales para pasar a ser
una radio más particular y especializada.
Así
comenzaron a surgir los programas y segmentos dedicados a determinadas
audiencias, diversificando y segmentando sus contenidos.
Programas
informativos, musicales, familiares, dirigidos a jóvenes, a los de la tercera
edad, religiosos; diversificando categorías de programas musicales (criollos,
rock, música del recuerdo, especiales de artistas, en español o en inglés, de
salsa, entre otros).
Con la
llegada de internet y la nueva era de la información, la radio se ve nuevamente
enfrentada al desafío de transformarse para adaptarse a las exigencias de las
tecnologías que hacen realidad la comunicación instantánea, eliminando las
fronteras y estableciendo la interacción en las comunicaciones.
En este
contexto, la comunicación digital se va imponiendo y ganando terreno planteando
nuevos retos también a la radio.
¿Cuántas
veces no se predijo en los años 50 y 60 la extinción de la radio? En la época
de mayor auge de la televisión, muchos se atrevieron a señalar la nueva
tecnología de información y comunicación como la señal del fin de la era de la
radio. Sin embargo, los hechos nuevamente le restaron credibilidad a todos esos
pronósticos. La radio demostró ser un medio de comunicación capaz de convivir
en armonía con la imponente televisión, y se ha mantenido firme hasta la
actualidad.
Incluso
en los artefactos electrónicos, la supervivencia radica en la capacidad
evolutiva, quizá esa ha sido una de las principales causas del éxito de la
radiodifusión en nuestros días.
En ese
salto de lo analógico a lo digital la evolución de la radio va afianzándose
como un instrumento en transformación permanente que día a día tiene que
reinventarse.
De ser un
medio de comunicación tradicional, la radio ingresó al ciberespacio y comenzó a
establecer una comunicación interactiva, a través de internet, innovando su
programación con participación de los oyentes, sumándose a la agenda de temas
de actualidad en forma permanente.
La digitalización
de la radio ha abierto un abanico de posibilidades; tanto en su emisión y
difusión como en el proceso de elaboración y producción; para difundirse y
plantear nuevos escenarios en el entorno radiofónico.
Los
nuevos dispositivos móviles han logrado sumar gran importancia dentro del
proceso de radiofusión. La instantaneidad; aunque ya no es una característica
exclusiva de la radio; es una de las ventajas al contar con estos instrumentos
tecnológicos, y lo que antes era una limitación, ahora es una nueva ventana de
posibilidades, pues facilita enviar o transmitir información en el momento
preciso del hecho, de manera rápida y efectiva, desde lugares alejados de la
civilización donde existe cobertura. La
telefonía móvil y la unidad móvil, son dos intermediarios precisos entre la
redacción y el profesional que se encuentra fuera de la redacción que aporta
inmediatez, rapidez, intercomunicación y amplitud de cobertura. Jon
Murelaga Ibarra. “Instrumentos y rutinas de trabajo del periodista radiofónico”
(ed. 2004) Pg. 2.
Respecto
al sistema de grabación, también ha evolucionado notoriamente. Si traemos a la
mente unas décadas atrás, podremos recordar aquellas caseteras con cintillo, la
que teníamos que rebobinar para grabar y escuchar lo grabado, ahora con la
existencia de diversas grabadoras de mano, nos han facilitado el proceso de
grabación, por ser pequeñas, útiles, portátiles y baratas, sin embargo aún nos
ofrecen uno no tan buena calidad de sonido. Por otro lado, contamos con las
grabadoras conectadas a micrófonos, emiten un sonido limpio, claro, pero su
precio es más elevado. Si bien la calidad del
sonido mejora con la radio digital, para muchos radioescuchas ello no justifica
invertir en un aparato receptor de mayor valor. Hoy día, el costo de un
receptor digital básico, bordea los 30 dólares y la competencia entre los
fabricantes para lanzar aparatos de menor valor todavía es baja. “Queremos la digitalización pero que sea unproceso vinculado a las audiencias y a la oferta de receptores. Si la gente nose interesa por adquirir nuevos receptores, porque el salto tecnológico no estan visible como el de la televisión, va a ser más lento”.
El
diseño de los formatos es otra de las claves de la radio moderna que nos
presenta digitalización. Hoy en día
tenemos que reconvertir nuestras radios en herramientas nuevas con formatos de
programas que respondan a la manera como nos vemos y retratamos a la sociedad
en la que vivimos, formatos que respondan a las necesidades de la audiencia,
formatos que brinden información útil y de calidad. Debemos ser innovadores en
la presentación de los mismos, utilizar los programas de edición que vuelven
más amigables y fáciles la manera de estructuras programas y buscar captar
nuevos talentos que hoy no se encuentran fácilmente en el mercado. Debemos
salir del ambiente limitado y rígido en el que vivimos durante mucho tiempo. La
radio tiene que salir en busca de su audiencia, se acabó el tiempo en el que
los oyentes venían y los gerentes y administradores así como los locutores
disfrutaban del misterio que representaba una voz concentrada en un receptor.
Hoy debemos buscar nuevos nichos imaginativos en oyentes nuevos y en espacios
donde anteriormente no creíamos que fuera posible hallar quiénes nos fuercen a
renovar.
Vivimos
el siglo del conocimiento, el mismo ahora es portátil como la radio, cuya
virtud de transportación fácil revolucionó el concepto de cercanía y
desplazamiento de los medios. Sin embargo, hoy estamos lejos del oyente,
confusos ante su lenguaje y dubitativos para innovar para usar las herramientas
nuevas.
La
globalización es un realidad y la radio nunca huyó de ella, siempre la vio como
una manera de llegar más lejos, y en ese sentido la innovación tecnológica
supone hoy con internet una maravillosa forma de acercarse a un público que
vive lejos de las posibilidades tecnológicas y que hoy abarata notablemente las
posibilidades de estar cerca de ellos. El
internet es una invitación para hacer de sus espacios una programación
diferente. Ciertamente hay muchos impedimentos aún en la región, pero no sería
mala idea comenzar a trabajar un lenguaje que nos permita ganar una audiencia.
Contamos
con el factor principal para una radiofusión diferente, y es la voz, una voz
mágica que debe trabajarse y ejercitarse para convertirse el imán de la
audiencia. La voz es nuestro principal instrumento de trabajo, es el enlace con
el oyente, el puente que materializa la comunicación con la audiencia.
Trabajando
los tonos y timbres de voz, podremos lograr la preferencia y fidelidad de los
oyentes.
“Los estudios también demuestran
que aunque alguien nos guste al principio, la atracción puede desaparecer
enseguida, por su forma de comunicación, especialmente a causa de su voz,
porque lo más importante no es que alguien dice sino cómo lo dice”
(Glass, 1994: 205-206).
De
alguna manera, juzgamos a las personas no sólo por su imagen sino también por
su voz. Las cualidades vocales resultan tan decisivas en las relaciones
sociales y públicas que condicionan en gran medida a lo que los demás piensan
de nosotros. Esas cualidades acústicas no son otras que el timbre, el tono, la
intensidad y la duración. De todas éstas, una es esencial a la hora de
distinguir no sólo comúnmente las voces sino para diferenciar entre las
masculinas y las femeninas. Se trata del tono de voz. En primer lugar, cuando
nos referimos a la voz de una persona, usualmente la calificamos de grave o
aguda. Pero en segundo término, se trata de una cualidad vocal muy ligada al
sexo de una persona que distingue con claridad una voz grave al tono del hombre
de una voz más aguda al tono de mujer. Si las características de una voz y, en
especial, el tono pueden condicionar las relaciones sociales, aún con mayor
razón resultan decisivas en las relaciones comunicativas radiofónicas. La
radio, basada sólo en el sonido, descubre en la voz su principal instrumento de
transmisión de información y emociones. Por tanto, de la voz del locutor
durante el proceso de emisión radiofónica depende que el objetivo último de
comunicación con el oyente se logre. Si esta es su relevancia, entonces será
interesante detenerse a reflexionar sobre el tipo de voz que nos cuenta las
noticias en la radio y, en concreto, sobre el tono más agradable de esa voz
para transmitir la información radiofónica y las posibles diferencias entre una
voz masculina y una femenina.
Este
nuevo desafío a través de la voz, se trata básicamente de que la voz debe ser
agradable, que a la audiencia les gusta las voces graves o agudas, las
consideren apropiadas, más acorde con las noticias, fuerte, más cómoda de
escuchar, más inteligible, más clara y transparente, más seria y honda, más
amable y más respetuosa. Además, de una voz acogedora, seria, natural, directa
y suave sin llegar a ser agresiva ni débil. Por último, transmitir sensaciones
de mayor credibilidad, seguridad, tranquilidad y veracidad. Rodríguez Bravo en
su tesis afirma que: “Esta agradabilidad
depende de forma importante de la armonicidad del timbre de la voz y de una
actitud del locutor lo bastante tranquila y amistosa para que se consiga un
sonido relajado y cálido”.
Otro
nuevo desafío, presente en la radio desde su creación, ha sido la exposición de
entrevistas, que pese a no emitir de manera visual al entrevistado, lo que se
escucha deberá cubrir ese espacio que genera al oyente.
Lo
esencial de una entrevista radiofónica es estimular a la persona que se ha
escogido para que responda con interés respecto a algún tema que él o ella
conozca, y que el entrevistador desconoce y que al igual que el público, desea
conocer. Para ello se necesita ser consciente, de antemano, de que una entrevista
radiofónica es totalmente diferente de una entrevista de investigación o de una
conversación privada. Una entrevista radiofónica se hace siempre para terceros,
o sea, para los invisibles oyentes que nos escuchan desde sus casas o centros
de trabajo, por ende, es preciso conocer el tema y formular algunas preguntas
previamente y las demás formularlas según las respuestas. Según Uwajeh
(1996:91), la pregunta se define como: “Una
construcción que tiene la fuerza ilocutiva de burcar información sobre algo;
así, la fuerza ilocutiva de una pregunta es ni más ni menos que la intención
del hablante de buscar información, comunicada a través de la construcción
oracional pertinente”.
Durante
la entrevista, lo más importante ahora es liberarse de todas las preparaciones
y concentrarte en tu invitado, teniendo el tema de la entrevista perfectamente
interiorizado.
Para
la realización de una entrevista, que se mantenga interesante y sin espacios
muertos, es necesario mantener una serie de recomendaciones:
entrevistador se conocen y conocen sobre lo que se va a
hablar.
De esta manera generar un clima de confianza y surja de
manera fluida
la entrevista.
-
Procura crear un buen clima de
conversación, mostrar interés
en el tema y participar de vez en cuando de él.
-
Asumir la responsabilidad
conscientemente de dirigir
la entrevista, realizando preguntas o cortando
cuando fuese necesario, pues recordemos que todo es para nuestros oyentes.
-
Realizar
las preguntas cortas y claras, para permitir a nuestros entrevistados tener
respuestas claras y concretas, sobre todo, obtener lo que deseamos escuchar.
-
Hacer cada vez una sola pregunta, para
evitar enredos o que el entrevistado deje de responder alguna.
-
Hacer preguntas abiertas, que conlleven
a varias respuestas, nos puede conducir a datos que desconocíamos
completamente. Halperín (2005: 18) sostiene: “en todos los tipos de entrevistas hay un
juego de confrontación que alcanza un punto máximo en las denominadas
entrevistas de personaje y de declaraciones. En ellas, el periodista no sólo
busca la cooperación del sujeto, sino que también debe avanzar en su contra, es
decir, en aquello que el entrevistado no muestra e incluso desea ocultar: “(…)
-
Evita preguntas demasiado personales.
Esto puede generar molestia en nuestros entrevistados y sobre todo, generar que
evadan al comunicador.
-
En caso se dé evasión de preguntas,
siempre debe conocerse sobre el tema, tener información adicional, datos
estadísticos, casos verídicos que nos permitan llenar esos espacios muertos que
surgen de manera espontánea.
-
Dirigirse siempre a nuestro invitado de
forma personal y tratarlo respetuosamente.
-
No empezar nunca con frases como
“eeemmm”, o “estoooooo” manifiestan nerviosismo o inseguridad.
-
Preguntar por hechos concretos y por
experiencias.
-
No soltar nunca el micrófono, pues el
entrevistador puede adueñarse de él y decir cosas desagradables o explayarse
demasiado, y que estando en vivo es difícil de controlar, por límite de tiempo
u el horario en que se emite.
seguir un orden específico, si no, generar nuevas
preguntas de
las respuestas que se obtienen.
-
No
te aísles a hacer una pregunta cuya respuesta ya conoces,
estás preguntando
para unos oyentes y quizás quieres que el
entrevistado explique algo con sus
propias palabras y que el oyente
deba conocer.
Charaudeau
(1997:158) sostiene: “la pregunta actúa
como recurso provocador del acontecimiento, a través de ella el periodista
intenta lograr una respuesta que pueda ser noticiosa”. Recordemos pues, que
nuestra principal intensión como entrevistador, es profundizar algún tema que
desconocemos y que el oyente desconoce, pero a la vez, trabajar para que dicha
información sea noticiosa, que sea de interés social y pueda captar la atención
de la audiencia.
La
tecnología hoy nos permite ser dueños de nuestro propio cerebro y lengua, en
ese sentido internet es el fin de muchas excusas en las cuales algunos
encontraban fundamentos para sus teorías.
No
obstante y como todo lo positivo, estas nuevas tecnologías también esconden su
lado negativo, y es las demandas laborales y rutinas de trabajo que también han
evolucionado debido a una clara competitividad en el ámbito de la comunicación
y las nuevas exigencias manifestadas por la audiencia y que como comunicador
uno debe asumirlas como desafíos satisfacer al oyente y satisfacerse como
profesional… La introducción de las nuevas tecnologías modifica las
condiciones laborales, al menos en tres aspectos a los que no pocas veces se
oponen los empleados: por un lado reduce o congela plantillas y aumenta la
capacidad de empleo. Por otro exige reciclaje y reconversiones profesionales y
comienza a verse en emisoras pequeñas y con cortos presupuestos. Arturo
Merayo Pérez, “Tecnología e información en la radio española en fin de siglo
(Zer), editada por la Universidad del País Vasco, pg. 6.
Ya
no estamos solos los medios tradicionales (radio, televisión y prensa escrita)
hoy tenemos una nueva forma de comunicación con nuevos actores de comunicación.
Los medios tradicionales viven hoy del internet. La radio sigue aprovechando
sus ventajas tradicionales de portabilidad pero ya no tiene la exclusividad de
los contenidos. El formato de comunicación auditiva hoy tiene que compartir por
efecto de los teléfonos inteligentes con otras nuevas formas nuevas de hacer
comunicación que hoy la audiencia tiende cada vez más a informarse y
entretenerse “a la carta” con una posición ante los medios de ser reconocidos
no más como la última parte de un proceso de comunicación.
Las
nuevas audiencias se reconocen hoy con un status diferente al que teníamos
antes, es activa, demandante y cada vez más infieles nos fuerzan desde la radio
a la necesidad de construir programas que demandan creatividad y esfuerzo, es
decir, son más exigentes.
Esa
“sociedad del espectáculo” de la que hablaba Mario Vargas Llosa ha limitado
extraordinariamente el potencial de la radio de comprender la profundidad de
los cambios y buscar adaptarse a los mismos. Vivimos en una sociedad que
enfrenta una triple crisis, la de identidad, los valores, y el desconocimiento
de nuestro destino como comunicadores. Nos interpelamos si la radio puede
continuar siendo la extensión original de la capacidad de crear mundos nuevos a
través del lenguaje en un tiempo donde la capacidad expresiva de nuestros
jóvenes se limita a 300 palabras de uso diario de un idioma como el español
cuya riqueza expresiva supera los 50 mil términos. Esto ha llevado a que la
comunicación se reduzca hoy a interjecciones, gritos, desplantes o expresiones
chabacanas intentando llamar la atención de las audiencias por la bajeza
expresiva y visceral antes que por la capacidad de construir contenidos más
útiles, vínculos más amplios en el placer que la expresión verbal supone en la
comunicación de las personas. La comunicación en este contexto puede llevarnos
a vivir en ese mundo moderno donde todos creen que pueden comunicarse en
idiomas distintos aunque finalmente no logren entenderse como debieran. La
radio se enfrenta a este dilema de manera grave. Necesitamos identificarnos con
un tiempo limitado verbalmente y al mismo tiempo interpretarlo de una manera más
profunda y amplia. Somos como hablamos y nos definimos por la extensión y
capacidad del lenguaje. Hay un deseo de saber y muchas veces estamos
confundidos, perplejos y enojados con un tiempo que no nos permite saber más y
actuar en consecuencia. La radio identificado con el buen uso del lenguaje y
que incluso relacionó el buen decir con una marca del propio idioma es hoy casi
una utopía perdida en la noche de los tiempos.
Verónica,
ResponderEliminarTu artículo es bastante bueno, vinculado, aprovechable y aporta a un tratamiento específico, sobre todo en cuanto a las capacidades para le entrevista.
Tu video está un poco desvinculado con tu propuesta de recorrido, mas no tus audios, que se nota que están bien trabajados.