viernes, 21 de julio de 2017

ENSAYO - LA CLAKE

LA CLAKE, SIEMPRE UN PASO HACIA ADELANTE

El proyecto "Aurora" se ha convertido en algo más que un trabajo académico en los últimos meses. Parece increíble cuán importante logra convertirse algo y que tan feliz nos hace la vida. Hace meses atrás, dudaba sobre nuestra participación e intervención como comunicadora social en la vida de otras personas, y por recomendación de terceras personas, llegamos a La Clake, 

Centro Poblado donde yacen nuestros más grandes tesoros y sueños. Quiero empezar brevemente, redactando cuando temerosa me sentía antes de llevar a cabo el proyecto. El desinterés que mostraban las personas, incluyendo niños, adultos y adulto mayor, era muy notorio, pero aun así decidimos emprender una aventura. Reconozco que mi participación en un voluntariado con bases teatrales y clown comunitario, fue de gran ayuda para lograr transmitir el espíritu de nuestro proyecto, la unión, el amor y el empoderamiento. Siempre unas mujeres resaltaron más que otras, las claketanas aún desconocían el gran paso que darían y a la aventura en la que se involucraban. Fue un gran logro y un gran primer paso reunir a más de cuatro personas en un lugar y para algo que desconocían, tal como lo mencionó el señor Carlos, esposo de una de nuestras integrantes del proyecto, la señora Catalina, o como cariñosamente la conocemos, Kathy. El desarrollo de nuestras actividades fue muy exitosa, siempre lográbamos conseguir la atención y participación de más personas, y tal como lo planteamos, las cosas, los momentos, las historias, fluyeron por sí solas, a tal punto de cambiar el rumbo de cada una de ellas. 
Desconozco los sueños de cada una, pues toda mujer, en especial las de la Clake, guarda un mundo de sueños e ilusiones, los mismos que se vieron apagados en algún momento y ahora luchan por alcanzarlo. Nuestro proyecto tiene dos iniciativas, cocina y manualidades. No voy a negar que el equipo de cocina es muy entusiasta y risueño, y esperando no pecar de favoritismo, sin duda mi corazón se llena de luz cuando estoy con las de manualidades. La señora Ana, es una líder neta, toma iniciativas y aspira que su comunidad salga adelante y busca generar la participación de más mujeres a los diferentes proyectos que se presentan. Nuestra ganancia, sin duda, es el trato y la confianza, desde regalarnos una mandarina cuando la visitamos, a los abrazos interminables al despedirnos. Sandrita, es su hija, es muy atenta y preocupada por nosotras. Ama lo que hace y me transmite mucha seguridad su trabajo que viene realizando. Nathy es una joven muy risueña. Me encanta su entusiasmo y no puedo negar que su sonrisa contagia a todo el grupo. Sin duda alguna, nuestra mayor recompensa la encontramos en Celia. Ella asiste desde la primera reunión con su bebé en brazos o a la espalda envuelto en mantas. Converso con mis compañeras y compartimos el curioso dato, y es que todas pensábamos que siendo la menos participativa, dejaría el proyecto, sobre todo porque su esposo aún desconoce su participación en él. Celia había sido muy seria, incluso en nuestras primeras fotografías salía siempre pensativa, y tímida con nosotras, puntual y sin ninguna inasistencia, nos llena de entusiasmo y reconforta nuestra alma. La señora Lindomira, da el toque de humor a nuestras reuniones, siempre su manera tan peculiar de hablar, su sonrisa y su nivel de concentración, ha generado ser una imagen del proyecto. Debo reconocer que la señora Kathy se ha mantenido firme desde el inicio. Nos proporciona a diario las instalaciones de su hogar (la cancha deportiva) para desarrollar nuestras actividades, e incluso contribuye con algunos materiales para el equipo de cocina, ella quiere generar un campo y contribuir con ello. La señora Damiana es una de las integrantes que ha tenido muchas dificultades para realizar algunas actividades. Es quien en algunas ocasiones ha querido cambiarse de equipo de trabajo, pero por alguna razón, no ha dejado de asistir a todas las sesiones, su progreso y perseverancia nos es un gran ejemplo. Habíamos planteado que a partir de la tercera actividad nadie podría integrarse al proyecto, no por un tema de egoísmo sino porque queremos formar un grupo sólido desde la base. Sin embargo, Sheyla apareció un día en el proyecto y observó sigilosamente todo el proceso, pidiendo integrarlo. Quizá error nuestro no llegar a todas las mujeres claketanas que queríamos, porque nunca escuchó sobre nosotros hasta ese día. Conversamos en equipo sobre su situación, y dudábamos sobre su verdadero interés. Quizá sea de esas personas que solo les llamó la atención un grupo de personas y se acercó a ver, pero grata fue nuestra sorpresa, cuando asistió a la siguiente sesión con los mismos productor que habían trabajado sus compañeras, materia y moldes que había conseguido por su cuenta, entonces nos dijimos: ¿qué más muestra podríamos pedir? Su interés e iniciativa fueron su pase al proyecto Aurora.

La Clake avanza y se ve reflejado en la actitud de cada una de ellas, en su sonrisa, en sus miradas. El equipo de cocina, nos sorprendió por su perseverancia. Cabe mencionar, que a lo largo del desarrollo de nuestra actividad se nos presentó muchas dificultades, con el compromiso de nuestras alianzas, pero que hemos logrado superar y solucionarlos. Contamos con espacios de diálogo que nos permite intercambiar ideas y analizar las situaciones positivas y negativas del proyecto por actividad. Nuestra mayor satisfacción es ver a las mujeres claketanas entusiastas y con iniciativas propias. Angélica y Luz Angélica, pese a su personalidad reservada, participan activamente del proyecto. Observan atentamente cada detalle y preguntan cuándo lo consideran oportuno. Elba e Imelda, siempre predispuestas a ofrecer su hogar para las actividades. Son entusiastas y se preocupan por cada detalle. Incluso nos hacen recomendaciones para mejorar, pues como seres humanos también nos hemos equivocado y ellas han estado para apoyar y sugerir ideas a beneficio de todas. Leydi, es muy ordenada. También se integró en el proyecto después de las demás, siempre llega temprano y está atenta a todo lo que se enseñan. Dianita es una joven de 27 años, madre de dos niños. 
Dianita nos ha permitido entrar a su vida de una manera increíble y con mucha confianza. Agradezco su comprensión y paciencia. Siempre está en comunicación con nosotras para saber qué prosigue, qué necesitamos, o mandándonos imágenes con frases de éxito y emprendimiento a nuestras redes sociales. Y menciono a Luzmila última, no por ser menos importante, sino por su entusiasmo que contagia y alegra a todas las integrantes del proyecto. Es alegre, graciosa, entusiasta, muy risueña, y me agrada conocerla. La última sesión nos comentó que crearía la canción para el proyecto Aurora. Es muy persistente y participativa, siempre está conversando y alentando a sus compañeras. Tiene una sonrisa encantadora y hace poco escuché decir a tres de mis compañeras, que era la "VERÓNICA" del grupo. Logro ver su entusiasmo y en realidad sí, me identifico con ella, al punto de ser las nuevas "gemes" (gemelas) de la Clake. Nuestro logro como equipo, radica en las iniciativas de nuestras "Auroras". Pueden reunirse solas, pueden coordinar adquirir sus materiales solas, pueden sugerirnos cosas nuevas, pueden dejarse guiar y contagiar por nuestras ocurrencias. Conocen su realidad, conocen sus habilidades, conocen sus destrezas, y la diferencia de ayer a hoy, es que no se quedarán quietas, pues ahora va UN PASO SIEMPRE ADELANTE.