LA CLAKE, SIEMPRE UN PASO HACIA ADELANTE
El proyecto
"Aurora" se ha convertido en algo más que un trabajo académico en los
últimos meses. Parece increíble cuán importante logra convertirse algo y que
tan feliz nos hace la vida. Hace meses atrás, dudaba sobre nuestra
participación e intervención como comunicadora social en la vida de otras
personas, y por recomendación de terceras personas, llegamos a La Clake,
Centro Poblado donde yacen nuestros más grandes tesoros y sueños. Quiero empezar
brevemente, redactando cuando temerosa me sentía antes de llevar a cabo el
proyecto. El desinterés que mostraban las personas, incluyendo niños, adultos y
adulto mayor, era muy notorio, pero aun así decidimos emprender una aventura.
Reconozco que mi participación en un voluntariado con bases teatrales y clown
comunitario, fue de gran ayuda para lograr transmitir el espíritu de nuestro
proyecto, la unión, el amor y el empoderamiento. Siempre unas mujeres
resaltaron más que otras, las claketanas aún desconocían el gran paso que
darían y a la aventura en la que se involucraban. Fue un gran logro y un gran
primer paso reunir a más de cuatro personas en un lugar y para algo que
desconocían, tal como lo mencionó el señor Carlos, esposo de una de nuestras
integrantes del proyecto, la señora Catalina, o como cariñosamente la
conocemos, Kathy. El desarrollo de nuestras actividades fue muy exitosa,
siempre lográbamos conseguir la atención y participación de más personas, y tal
como lo planteamos, las cosas, los momentos, las historias, fluyeron por sí
solas, a tal punto de cambiar el rumbo de cada una de ellas.
Desconozco los
sueños de cada una, pues toda mujer, en especial las de la Clake, guarda un
mundo de sueños e ilusiones, los mismos que se vieron apagados en algún momento
y ahora luchan por alcanzarlo. Nuestro proyecto tiene dos iniciativas, cocina y
manualidades. No voy a negar que el equipo de cocina es muy entusiasta y
risueño, y esperando no pecar de favoritismo, sin duda mi corazón se llena de
luz cuando estoy con las de manualidades. La señora Ana, es una líder neta,
toma iniciativas y aspira que su comunidad salga adelante y busca generar la
participación de más mujeres a los diferentes proyectos que se presentan.
Nuestra ganancia, sin duda, es el trato y la confianza, desde regalarnos una
mandarina cuando la visitamos, a los abrazos interminables al despedirnos.
Sandrita, es su hija, es muy atenta y preocupada por nosotras. Ama lo que hace
y me transmite mucha seguridad su trabajo que viene realizando. Nathy es una joven
muy risueña. Me encanta su entusiasmo y no puedo negar que su sonrisa contagia
a todo el grupo. Sin duda alguna, nuestra mayor recompensa la encontramos en
Celia. Ella asiste desde la primera reunión con su bebé en brazos o a la espalda
envuelto en mantas. Converso con mis compañeras y compartimos el curioso dato,
y es que todas pensábamos que siendo la menos participativa, dejaría el
proyecto, sobre todo porque su esposo aún desconoce su participación en él.
Celia había sido muy seria, incluso en nuestras primeras fotografías salía
siempre pensativa, y tímida con nosotras, puntual y sin ninguna inasistencia,
nos llena de entusiasmo y reconforta nuestra alma. La señora Lindomira, da el
toque de humor a nuestras reuniones, siempre su manera tan peculiar de hablar,
su sonrisa y su nivel de concentración, ha generado ser una imagen del
proyecto. Debo reconocer que la señora Kathy se ha mantenido firme desde el
inicio. Nos proporciona a diario las instalaciones de su hogar (la cancha deportiva)
para desarrollar nuestras actividades, e incluso contribuye con algunos materiales
para el equipo de cocina, ella quiere generar un campo y contribuir con ello.
La señora Damiana es una de las integrantes que ha tenido muchas dificultades
para realizar algunas actividades. Es quien en algunas ocasiones ha querido
cambiarse de equipo de trabajo, pero por alguna razón, no ha dejado de asistir
a todas las sesiones, su progreso y perseverancia nos es un gran ejemplo.
Habíamos planteado que a partir de la tercera actividad nadie podría integrarse
al proyecto, no por un tema de egoísmo sino porque queremos formar un grupo
sólido desde la base. Sin embargo, Sheyla apareció un día en el proyecto y
observó sigilosamente todo el proceso, pidiendo integrarlo. Quizá error nuestro
no llegar a todas las mujeres claketanas que queríamos, porque nunca escuchó
sobre nosotros hasta ese día. Conversamos en equipo sobre su situación, y
dudábamos sobre su verdadero interés. Quizá sea de esas personas que solo les
llamó la atención un grupo de personas y se acercó a ver, pero grata fue
nuestra sorpresa, cuando asistió a la siguiente sesión con los mismos productor
que habían trabajado sus compañeras, materia y moldes que había conseguido por
su cuenta, entonces nos dijimos: ¿qué más muestra podríamos pedir? Su interés e
iniciativa fueron su pase al proyecto Aurora.
La Clake avanza y se
ve reflejado en la actitud de cada una de ellas, en su sonrisa, en sus miradas.
El equipo de cocina, nos sorprendió por su perseverancia. Cabe mencionar, que a
lo largo del desarrollo de nuestra actividad se nos presentó muchas
dificultades, con el compromiso de nuestras alianzas, pero que hemos logrado
superar y solucionarlos. Contamos con espacios de diálogo que nos permite
intercambiar ideas y analizar las situaciones positivas y negativas del
proyecto por actividad. Nuestra mayor satisfacción es ver a las mujeres
claketanas entusiastas y con iniciativas propias. Angélica y Luz Angélica, pese
a su personalidad reservada, participan activamente del proyecto. Observan
atentamente cada detalle y preguntan cuándo lo consideran oportuno. Elba e
Imelda, siempre predispuestas a ofrecer su hogar para las actividades. Son
entusiastas y se preocupan por cada detalle. Incluso nos hacen recomendaciones
para mejorar, pues como seres humanos también nos hemos equivocado y ellas han
estado para apoyar y sugerir ideas a beneficio de todas. Leydi, es muy
ordenada. También se integró en el proyecto después de las demás, siempre llega
temprano y está atenta a todo lo que se enseñan. Dianita es una joven de 27
años, madre de dos niños.
Dianita nos ha permitido entrar a su vida de una
manera increíble y con mucha confianza. Agradezco su comprensión y paciencia.
Siempre está en comunicación con nosotras para saber qué prosigue, qué
necesitamos, o mandándonos imágenes con frases de éxito y emprendimiento a
nuestras redes sociales. Y menciono a Luzmila última, no por ser menos
importante, sino por su entusiasmo que contagia y alegra a todas las
integrantes del proyecto. Es alegre, graciosa, entusiasta, muy risueña, y me
agrada conocerla. La última sesión nos comentó que crearía la canción para el
proyecto Aurora. Es muy persistente y participativa, siempre está conversando y
alentando a sus compañeras. Tiene una sonrisa encantadora y hace poco escuché
decir a tres de mis compañeras, que era la "VERÓNICA" del grupo.
Logro ver su entusiasmo y en realidad sí, me identifico con ella, al punto de
ser las nuevas "gemes" (gemelas) de la Clake. Nuestro logro como
equipo, radica en las iniciativas de nuestras "Auroras". Pueden
reunirse solas, pueden coordinar adquirir sus materiales solas, pueden
sugerirnos cosas nuevas, pueden dejarse guiar y contagiar por nuestras
ocurrencias. Conocen su realidad, conocen sus habilidades, conocen sus
destrezas, y la diferencia de ayer a hoy, es que no se quedarán quietas, pues
ahora va UN PASO SIEMPRE ADELANTE.


